Mujeres en liderazgo: Charlotte Minvielle es candidata de la Asamblea Nacional francesa

Equal Measures 2030 cree que la representación y la inclusión de las mujeres en la política no es solo una cuestión de derechos humanos, sino una herramienta funcional para crear sociedades en consonancia con lo propuesto por los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030. Mientras trabajamos con aliados para reformar los sistemas políticos y empoderar a las jóvenes, también nos enorgullece apoyar a nuestra jefa de Desarrollo Empresarial, Charlotte Minvielle, en su candidatura política para crear un mundo más justo y mejor.

Campaña de Charlotte Minvielle para el partido Nouvelle Union Populaire Écologique et Sociale

Q. ¿Cómo llegaste a ser la líder y política que eres ahora?

Soy francesa y, desde hace tres años, también tengo la ciudadanía británica, crecí en París y también viví en San Francisco un par de años cuando era niña. Mi familia siempre hablaba de política y eso me dio una conciencia profunda de valores de justicia social. Me mudé a Londres 15 años atrás para hacer una maestría en Kings College en Relaciones Internacionales y luego en Desarrollo y ONG en la London School of Economics. Luego comencé mi carrera trabajando en desarrollo empresarial en el sector humanitario y de derechos humanos para organizaciones como War Child, Save the Children y WaterAid. También soy parte de la Junta para la organización Pan Intercultural Arts, que trabaja en arte para el cambio social en Reino Unido. Así que veo mi entrada al mundo de la política como algo orgánico, el paso siguiente en mis compromisos profesionales y personales.

Q. ¿Cuán importante es la elección de la Asamblea Nacional francesa en 2022? 

Es fundamental. Aunque tenemos un sistema presidencial en el que la elección del presidente capta muchísima atención y cuenta con mayor asistencia a las urnas, las elecciones parlamentarias son en realidad las más importantes. Determinan quién lidera el gobierno, y quienes votan tienen representantes para que voten políticas, leyes y presupuestos que determinarán el futuro del país. Lo más importante: hay una oportunidad real en esas elecciones, que a menudo no sucede, para no darle al presidente actual de centro-derecha una mayoría.

Q. ¿Cuáles son las causas que defiendes?

Defiendo al medioambiente. Con el informe del IPCC, un grupo de expertos que trabajan en el medioambiente nos dicen que quedan 3 años para revertir la tendencia actual del calentamiento global. Es imposible no hacer algo frente a esta situación. También defiendo la justicia social y garantizar que tengamos sociedades que protejan a las personas que más lo necesitan y que nuestra economía y sistema fiscal velen por el interés de la mayoría de la ciudadanía. Y, finalmente, defiendo la igualdad. La igualdad de género, el antirracismo, la igualdad para la comunidad LGBTQ+ y las personas con discapacidad. Hay mucho para hacer en torno al cambio en las normas sociales, y los países están avanzando en materia de igualdad de género, tal como muestra el índice de Género de los ODS. Es fundamental llevar estas inquietudes a la agenda política para que se den cambios sistémicos.

Q. ¿Qué despertó tu interés en ser candidata y entrar al mundo de la política?

Siempre fui activa en la política y me interesó este ámbito, siendo miembro de partidos políticos franceses y británicos, y una fanática de las noticias. Escucho radios de Francia, France Info o France Inter por la mañana y veo el Canal 4 de Reino Unido por la noche si estoy en casa. Sin embargo, diría que fue luego de haberme inspirado hace unos años con algunas figuras femeninas de la política, como Alice Coffin, Raphaelle Remy-Leleu y Sandrine Rousseau, activistas medioambientales y feministas, que decidí estar más activa y fui electa cosecretaria del Partido Verde en Reino Unido un año atrás. Después de eso, apareció la oportunidad de ser miembro del Parlamento en representación de las personas francesas que viven en el norte de la circunscripción de Europa. Todo fue muy rápido, no me imaginaba ser candidata, pero aquí estoy.

Q. ¿Qué retos encontraste desde que anunciaste tu candidatura?

Es importante ser sincera en esto: hacer campaña es muy demandante y puede ser difícil combinar la vida personal y la profesional. No pude pasar mucho tiempo con amistades y familia en los últimos meses y tuve mucha suerte de trabajar en una organización con colegas que me apoyaron en estos tiempos desafiantes. También tuve que asegurarme de incluir a todas las personas al momento de crear una alianza con todos los partidos de izquierda, algo que no era evidente al principio pero que terminó saliendo bien.  Y tuve que soportar muchos ataques y caricaturas de nuestras políticas de parte de los opositores, algo esperable, aunque es distinto cuando una lo vive desde adentro. Habiendo dicho esto, se aprende mucho de diferentes temas y sobre cómo comunicar las ideas, conoces mucha gente a la puedes representar y escuchas sus historias e inquietudes, se generan lazos fuertes con el equipo de la campaña, y puedes expresar tus valores, propuestas y mirada. 

Q. ¿Qué cambios crees que pueden y deben darse para que haya más participación de mujeres feministas competentes en el mundo de la política?

Creo que es esencial identificar, alentar y apoyar de forma activa a más mujeres para que sigan este camino cuando vean que tienen interés y potencial. No me hubiera candidateado si no hubiera sido por el apoyo de tantas personas de mi partido que me alentaron porque vieron mis competencias y me ofrecieron acompañarme en este recorrido. Mi partido también impartió capacitaciones para mujeres interesadas en ser candidatas. Estuvieron a cargo de mujeres que ya habían sido parte de otras elecciones y sus consejos fueron muy útiles. En Francia, también tenemos una ley de paridad que exige a los partidos tener un 50% de mujeres en las listas de las elecciones, de otro modo, deben pagar una multa. La política de mi partido no se limita solo a cumplir con la ley de cuota, sino que además ese 50% de mujeres están en los escaños con más posibilidades de ganarse. Eso también marca la diferencia. Tenemos apoyo y cambios institucionales, además de sororidad y solidaridad.