Importancia y enfoques de medición prometedores:
A pesar de las mejoras modestas en algunas naciones durante los últimos 50 años para cerrar la brecha de género en cuanto al trabajo no remunerado y en el hogar, las mujeres todavía dedican más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado y a las labores domésticas en todos los países según los datos disponibles. Las estimaciones indican que las mujeres hacen el 75% del trabajo mundial no remunerado, que algunos economistas señalan que podría suponer entre el 10% y el 39% del PIB mundial si se le asignara un valor monetario.
El informe Mujer, Empresa y el Derecho del Banco Mundial de 2018 evalúa los niveles nacionales y regionales de trabajo no remunerado llevado a cabo por las mujeres, pero los datos no están desagregados por trabajo de cuidados de manera específica en todos los países. Las encuestas de uso del tiempo a nivel del hogar —que pueden recopilar datos desagregados por sexo sobre el cuidado de los niños, las personas mayores y las personas enfermas; la recogida de combustible y agua; las tareas del hogar y el trabajo remunerado— han sido utilizadas con éxito por algunos gobiernos nacionales. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México utilizó las encuestas de uso del tiempo para valorar el trabajo no remunerado de las mujeres en aproximadamente el 20% del PIB en 2012, en comparación con el 6% de los hombres.
Importancia y enfoques de medición prometedores:
A nivel mundial, las mujeres ganan de promedio solo entre el 60% y el 75% del salario de los hombres. Las disparidades de género que contribuyen a la brecha salarial incluyen la probabilidad de que las mujeres trabajen en puestos a tiempo parcial, la segregación en la industria (donde es más probable que las mujeres sean trabajadoras asalariadas por horas y trabajadoras domésticas), y la proporción excesiva de mujeres en sectores no sindicalizados, que no pueden negociar aumentos de salario. Muchos de estos factores están relacionados con su carga de trabajo de cuidados.
Las Encuestas de Población Activa facilitan datos cruciales sobre los ingresos medios por hora de los empleados de ambos sexos y sobre la brecha salarial de género. Todos los Estados miembros de la UE están obligados a hacer una Encuesta de Población Activa anualmente y esas encuestas se llevan a cabo en un número creciente de países que no pertenecen a la UE. Sin embargo, las Encuestas de Población Activa no se hacen en todos los países. En los países en desarrollo, tiende a haber menos inversión en la ejecución de encuestas y en ponerlas a disposición del público. Un beneficio de las encuestas de población activa como enfoque de medición es que las preguntas y los módulos de la encuesta pueden estandarizarse en los diversos países. La Iniciativa Cuidado con la Brecha, que tiene por objeto medir las brechas salariales entre empresas del sector privado, indica que la estandarización es uno de los principales retos para medir la brecha salarial de género, y que la metodología de medición debería ejecutarse en código abierto, estar disponible al público y ser uniforme.
Importancia y enfoques de medición prometedores:
El acoso sexual, la discriminación y la violencia de género conculcan los derechos de las mujeres y socavan su participación igualitaria en la población activa. Un estudio constató que esos abusos en el lugar de trabajo aumentan el estrés financiero y pueden alterar la trayectoria profesional de las mujeres. Sin embargo, 68 países —de todos los niveles de ingresos— carecen de protección laboral para las mujeres, dejando a 424 millones de mujeres sin ningún recurso jurídico cuando se enfrentan a un supervisor abusivo o a un entorno laboral hostil. La Industrial Global Union, una organización sindical que representa a 50 millones de personas trabajadoras en 140 países, ha constatado que las mujeres que trabajan en sectores como la minería, la industria textil, la agricultura y la fabricación son especialmente vulnerables a la violencia en sus lugares de trabajo y alrededores, y que las mujeres mencionan canales limitados para denunciar abusos, y temen perder sus trabajos y ser estigmatizadas si los denuncian.
La Iniciativa Mujer, Empresa y el Derecho del Banco Mundial hace un seguimiento de las leyes que discriminan a las mujeres en todo el mundo, y también de los marcos legales a nivel nacional en materia de violencia de género en el lugar de trabajo. El informe de 2018 evalúa si existen sanciones penales por acoso sexual en el trabajo y si existen recursos civiles por acoso sexual en el trabajo en cada uno de los países analizados. El Centro de Análisis de las Políticas Mundiales también recopila mediciones globales sobre las dimensiones de la equidad de género en el lugar de trabajo, incluidas las políticas y la protección legal contra el acoso sexual y la violencia en el trabajo en los 193 Estados miembros de la ONU.
Importancia y enfoques de medición prometedores:
Cuando las mujeres tienen acceso a los sindicatos, las organizaciones de personas trabajadoras, las cooperativas y los grupos de apoyo, ellas pueden definir las prioridades políticas y avanzar en las cuestiones de igualdad de género —incluida la promoción salarial y profesional— en las agendas de negociación. ONU Mujeres constata que la brecha salarial de género en los EE. UU. es del 11% entre las mujeres sindicadas en comparación con el 22% entre aquellas que no pertenecen a sindicatos, y que los salarios de las mujeres sindicadas en el Reino Unido son un 30% más altos que los de las mujeres no sindicadas.
El Centro para los Derechos de las Personas Trabajadoras en el Mundo de la Universidad Estatal de Pensilvania ha creado recientemente un nuevo indicador de derechos de libertad de asociación y negociación colectiva con datos relativos a 185 Estados miembros de la OIT durante 5 años entre 2000 y 2015. En la actualidad, no es posible desagregar los datos por sexo o condición de migrante (como exige el indicador 8.8.2 de los ODS). Un mayor desagregado es técnicamente factible, pero exigirá inversión adicional por parte de la OIT.
Importancia y enfoques de medición prometedores:
Las políticas de licencia parental están vinculadas al acceso de las mujeres a la economía y a su autonomía sobre las elecciones profesionales. Las políticas de licencia remunerada no asociada al género son utilizadas en su gran mayoría por mujeres. Por ejemplo, aunque Japón tiene una política de licencia de 14 semanas remuneradas, solo el 2% de los padres la utilizan, en comparación con el 83% de las madres. La licencia por paternidad remunerada según el principio de “usarla o perderla” ofrece un permiso de paternidad no transferible o un período de licencia que incluye una parte específica para los padres. En Quebec, donde esas políticas se aplican, el porcentaje de padres que utilizan la licencia de paternidad aumentó del 10% en 2001 a más del 80% en 2010.
El Centro de Análisis de las Políticas Mundiales de la Universidad de California, Los Ángeles, recopila las mediciones globales sobre las dimensiones de la política de licencia remunerada, cuidado infantil y trabajo de cuidados no remunerado, incluyendo si la licencia remunerada está disponible para las madres o para los padres de los lactantes, y si la licencia remunerada anual está disponible para las personas que trabajan. Su informe, Paid Parental Leave: A Detailed Look at Approaches Across OECD Countries (Licencia parental remunerada: Un análisis minucioso de los enfoques en los países de la OCDE), identifica y analiza los tipos y la duración de la licencia remunerada y las políticas de compensación del salario.