Tema: Investigación e imposición de penas en casos de violencia sexual y violencia de género (por sexo)

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Unas instituciones sólidas contribuyen a una cultura en la que la violencia sexual sea menos aceptada y las niñas y mujeres cuenten con recursos jurídicos. Sin embargo, 37 países en todo el mundo todavía tienen lagunas jurídicas que justifican la violación en el matrimonio o que un violador se case con la víctima. La investigación de los casos de violencia sexual es crucial en las naciones que salgan de un conflicto, en las que el legado de violencia sexual incluye embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, estigmatización y traumas psicológicos.

Un enfoque de medición prometedor son las Encuestas de Violencia Contra los Niños, dirigidas por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades como parte de la alianza Juntos por las Niñas. Las Encuestas de Violencia Contra los Niños miden las tasas de violencia física, emocional y sexual contra niños y niñas en todo el mundo mediante herramientas de encuesta, publicando los hallazgos en informes nacionales. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ofrece asesoramiento técnico a la División de Delitos Internacionales del Tribunal Superior, para facilitar el cumplimiento de buenas prácticas al gestionar casos de violencia sexual y violencia de género. Esto incluye estudios de reparación de la violencia de género en la justicia de transición y la elaboración de una Nota Orientativa del Secretario General de las Naciones Unidas sobre las reparaciones en casos de violencia sexual relacionada con los conflictos.

Tema: Tasas de violencia sexual (por sexo)

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Más de un tercio de las niñas en algunos países comunican que su primer encuentro sexual fue forzado. La mayoría de las niñas informan de que esto sucedió, en primer lugar, durante la adolescencia: un período en el que las niñas son más vulnerables a la violencia sexual y sufren consecuencias singulares a largo plazo, incluidos problemas de salud mental y física, estigma y vergüenza, embarazos no deseados, y complicaciones durante el embarazo y el parto, así como mayores riesgos de violencia de pareja y explotación (incluido el trabajo sexual) en la vida adulta.

La Base de Datos Mundial de Indicadores de los ODS de la ONU recomienda las encuestas a los hogares como instrumento de medición del número de personas que comunican haber experimentado violencia sexual antes de los 18 años. No obstante, existen dudas sobre la exactitud de los datos de la encuesta, dada la probabilidad de falta de comunicación de casos, y estos datos no están disponibles en el depósito de datos del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS respecto de muchos países. El informe Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer, de la OMS, evalúa la información sobre violencia sexual de países individuales, como hace la Base de Datos Mundial sobre la Violencia contra las Mujeres de la ONU. El informe de UNICEF Una situación habitual: violencia en las vidas de los niños y los adolescentes utiliza los datos disponibles para evaluar la violencia sexual en la infancia y la adolescencia. Los compromisos de los gobiernos en este tema se reflejan en la adopción y aplicación de la Resolución 1325 (2000) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con la inclusión de la protección frente a la violencia de género en los Planes de Acción Nacionales de la mayoría de los 74 países y territorios.

Tema: Participación de las mujeres en la policía y las fuerzas de seguridad

Importancia y enfoques de medición prometedores:

La inclusión de mujeres y grupos de la sociedad civil en las negociaciones de paz hace que la probabilidad de que los acuerdos tengan éxito aumente en un 64% y la probabilidad de que duren al menos 15 años aumente en un 35%, según los datos recopilados entre 1989 y 2011. Sin embargo, las mujeres solo suponen el 4% de los signatarios de los acuerdos de paz y, en 2015, solo el 3% del personal militar de mantenimiento de la paz y el 10% del personal policial de la ONU eran mujeres. Los datos procedentes de 39 países revelan que es más probable que las mujeres comuniquen la existencia de violencia de género a personas del personal de mantenimiento de la paz y a agentes de policía que sean mujeres, y el establecimiento de fuerzas de seguridad femeninas en países en situación de conflicto y posconflicto es una manera de mitigar la violencia sexual y reducir los abusos por parte de los cuerpos de seguridad.

Un enfoque prometedor es el Índice de las mujeres, la paz y la seguridad de 2017 y 2018, que ha utilizado fuentes de datos internacionales para clasificar a 153 países según las mediciones de la inclusión, la seguridad, el bienestar y el acceso a la justicia de las mujeres.