Tema: Personas jóvenes y adultas con conocimientos de tecnología de la información y las comunicaciones (datos desagregados por sexo)

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Se estima que un 90% de los puestos de trabajo exigirán pronto conocimientos de TIC, sin embargo, el porcentaje de mujeres en este tipo de puestos descendió entre 1991 y 2015 del 36%al 25% (y fue incluso más bajo entre las mujeres de color). Con todo, el mundo tiene una escasez de 200 millones de personas que trabajan con conocimientos de TIC. Estas competencias empoderan en particular a las mujeres en sus funciones sociales como cuidadoras de la familia y en sus funciones de producción, de manera que las TIC con frecuencia reducen la necesidad de viajar para trabajar, ayudan a superar los obstáculos en el acceso a la información y aumentan sus oportunidades económicas, contribuyendo así a la mitigación de la pobreza.

Este es un indicador oficial de los ODS, ODS 4.4.1 (nivel II), aunque los promedios mundiales no están todavía disponibles y solo hay datos disponibles en relación con 42 países. La Alianza para la Medición de las TIC para el Desarrollo se estableció en 2004 y ha desarrollado una lista básica de indicadores de los cuales 12 están desagregados por sexo (excluido el uso del teléfono móvil y los conocimientos de programación).

Tema: Educación sexual integral en los planes de estudio nacionales

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Según la ONU, hasta dos tercios de las niñas en algunos países afirmaban que no tenían ni idea de lo que les estaba sucediendo cuando comenzaron a menstruar, y en 2016 solo un tercio de las mujeres jóvenes tenían un conocimiento correcto e integral de cómo prevenir una infección por el VIH. El Instituto Guttmacher ha informado que 9 de cada 10 profesores entrevistados en Ghana enseñaban a los estudiantes que los condones no impiden el embarazo. El ODS 4 no establece metas específicas en materia de educación sexual integral, pero el ODS 5 tiene una meta en cuanto al acceso a la información sobre salud sexual y reproductiva en el contexto de los sistemas sanitarios, en lugar de en el sistema educativo. Esto tiene su origen en la dinámica política de las negociaciones de la agenda de los ODS y en las sensibilidades culturales y religiosas en torno a la educación sexual integral.

Los actuales métodos de medición de este tema se basan en las orientaciones de la UNESCO, recogidas en un informe que ofrece directrices voluntarias sobre educación sexual integral a disposición de los ministerios de educación. Un informe de UNFPA (2015) sobre la evaluación de los programas de educación sexual integral sentó las bases para establecer los indicadores y las variables para un enfoque “empoderador” de la educación sexual integral. El informe defiende el establecimiento de indicadores universales, con una variación limitada en las definiciones y los enfoques de la educación sexual integral, ofreciendo la posibilidad de un marco del indicador.

Tema: Desarrollo del niño en la primera infancia (por sexo)         

Importancia y enfoques de medición prometedores:

El desarrollo del niño en la primera infancia es una manera eficaz en función del costo de mejorar la salud, la educación y la productividad en la edad adulta. La discriminación por razón de género, combinada con la preferencia por los hijos varones, significa que las mujeres jóvenes reciben una peor nutrición y tienen menos oportunidades de jugar y acceder al aprendizaje temprano que los hombres jóvenes, lo que tiene repercusiones en toda su vida, es decir, un retraso del crecimiento. Un desarrollo del niño en la primera infancia equitativo puede también dirigir a las niñas hacia roles de género no tradicionales mediante una socialización temprana, ayudándolas a luchar contra los estereotipos de género.

Se carece de medidas universales para cuantificar el desarrollo del niño en la primera infancia, en particular respecto de los niños más pequeños. El desarrollo del niño en la primera infancia está incluido en un indicador oficial de los ODS (ODS 4.2.1), y las encuestas a los hogares, como la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) apoyada por UNICEF, han recopilado datos sobre ese indicador mediante el índice de desarrollo infantil temprano en países de ingreso mediano y bajo desde alrededor de 2010, aunque el enfoque de recogida de datos está siendo revisado. Otra iniciativa prometedora es el instrumento de medición de 0 a 3 años de la OMS, que tiene por objeto desarrollar dos herramientas armonizadas para medir el desarrollo de los niños de 0 a 3 años. Esas herramientas permitirán hacer un seguimiento nacional, regional y mundial, así como evaluaciones programáticas entre los niños en poblaciones de interés específicas.