Tema: Vivienda segura y asequible (por sexo)

Importancia y enfoques de medición prometedores:

La pobreza urbana y la falta de asequibilidad de la vivienda tienen consecuencias graves para las niñas y las mujeres, y las niñas y las mujeres pobres que viven en los barrios marginales urbanos se enfrentan a retos distintos de aquellos a los que se enfrentan los hombres. Sin embargo, existe una grave carencia de datos desagregados por sexo sobre vivienda y alojamiento.

Los datos indican que, en 2014, el 23% de la población urbana vivía en barrios marginales, pero el porcentaje de mujeres entre los residentes más pobres de las ciudades es desproporcionado, con más de la mitad de la población urbana femenina entre 15 y 49 años viviendo en esos barrios en el 67% de los países con datos disponibles.En los países en desarrollo, más de la mitad de las mujeres y niñas urbanas carecen de al menos una de las condiciones siguientes: acceso a agua limpia, saneamiento mejorado, vivienda estable o espacio vital suficiente. Los déficits habitacionales y las malas condiciones imponen cargas adicionales a las mujeres, que ya pasan más tiempo en el hogar en promedio haciendo tareas del hogar y labores no remuneradas. En los barrios marginales urbanos contaminados, las mujeres suelen ser las que pasan más tiempo en zonas altamente contaminadas por fogones sucios y lavan la ropa en fuentes de agua contaminadas. El hacinamiento y el mal saneamiento también hacen que hogares enteros sean más vulnerables a las enfermedades, y son las mujeres las que asumen la carga del cuidado de los enfermos de manera desproporcionada.

Tema: Seguridad y acceso de las mujeres al transporte público

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Las ciudades pueden generar oportunidades para una mejora de los servicios, mejor trabajo y mayor independencia para las mujeres y las niñas. Sin embargo, los espacios urbanos no son siempre seguros para ellas y pueden también limitar su capacidad de moverse libremente y formar parte de los espacios públicos. Las mujeres se enfrentan a limitaciones diferentes a las de los hombres en el acceso, el uso y el pago de los servicios de transporte. El transporte puede desempeñar un papel importante en la mejora o el empeoramiento de las condiciones de vida de las mujeres, cuya capacidad para trabajar fuera del hogar puede depender de un transporte público seguro y libre de violencia.

Los datos sobre las diferentes necesidades de viajes y transporte de mujeres y hombres debido a sus diferentes funciones económicas y sociales son cruciales para monitorear los progresos hacia la consecución del ODS 11. Actualmente, los métodos más prometedores de recopilación de datos sobre el acceso de las mujeres al transporte público, sus patrones de uso y su seguridad proceden de iniciativas de recogida de datos por parte de ciudades individuales. Una serie de ciudades han demostrado los beneficios de hacer un seguimiento a una información desagregada por sexo para adoptar medidas contra el cambio climático, así como para lograr que los servicios sean más inclusivos.

Tema: Número de muertes, personas desaparecidas y personas afectadas por desastres por cada 100.000 habitantes (por sexo)

Importancia y enfoques de medición prometedores:

Durante las crisis, tanto si se trata de conflictos como de desastres naturales, las desigualdades de género con frecuencia se agravan. Un estudio que se llevó a cabo en 141 países durante 21 años constató que más mujeres y niñas que hombres y niños mueren durante los desastres medioambientales, debido a sus vulnerabilidades singulares causadas por la pobreza, su función de cuidadoras o su falta de movilidad. Para aquellas que sobreviven a los desastres, los patrones preexistentes de violencia y explotación pueden empeorar, y surgen nuevas amenazas para mujeres y niñas. Las niñas y mujeres desplazadas se enfrentan a mayores riesgos de violencia de género y trata, embarazos no deseados, morbilidad y mortalidad maternas, abortos peligrosos, y matrimonio infantil, precoz y forzado. Las niñas y las mujeres en situaciones de crisis humanitaria, incluidas aquellas provocadas por desastres naturales, se encuentran entre las personas más vulnerables del mundo y las menos visibles, debido a la falta de datos desagregados por sexo.